En este
2012 ya son 35 años del movimiento REMAR. Desde que la primera carabela inicio
su travesía en Ipiales (Colombia), centenares de jóvenes aceptaron el gran
desafío de asumir el proyecto de Jesús para descubrir así que amar y servir es
el norte de nuestra brújula, aportando en la construcción de la misión de la iglesia y haciendo realidad el sueño de Marcelino Champagnat.
El
acompañamiento a los jóvenes es una gran oportunidad para acercarse a sus
realidades, comprender sus lenguajes y deseos, además de transmitir el proyecto
propuesto por el movimiento en el enfoque cristiano. Esta tarea resulta ser
todo un desafío, pues en cada experiencia propuesta se encuentra la forma
adecuada para descubrir en lo cotidiano de cada integrante la presencia del
Dios de Jesucristo. Este es un proceso que pretende dar respuesta a las
preguntas y necesidades de jóvenes con gran cantidad de opciones y alternativas
de vida en su día a día, acompañado de una metodología y una espiritualidad propia del movimiento. Esto
hace que la labor como timoneles, animadores, acompañantes y remeros (jóvenes)
sea la respuesta al llamado de María (Estrella de la mar), Marcelino (el Viejo
Lobo de mar) y Jesús (Amigo y Gran Timonel),
de seguir construyendo un mundo nuevo, celebrando cada nuevo día y recordando
siempre que “quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
En alta mar, mientras el viento sopla nuestros rostros y las
olas traen consigo el recuerdo de las rutas navegadas, tanto las tormentas
superadas como los bellos y tranquilos amaneceres con los que el Gran Timonel
nos recuerda que seguimos vivos, damos un vistazo hacia atrás y encontramos 35
años de viaje, navegando en nuestra gran carabela donde cada timonel y remero
da vida a una de las razones más bellas para seguir aferrados a nuestros remos
y timones: formar Cristos jóvenes para América Latina.
Francisco Martínez
Cristian Rosas
Timoneles Popayán– Movimiento Remar – Provincia
Marista Nor-andina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario